En Buenos Aires vivió otro capítulo de su pasión y arribó octavo a la bandera a cuadros, siendo séptimo en la serie única y cumpliendo su objetivo habitual de terminar, sumar en función del campeonato y terminar con el auto entero, lo cual le permite rearmarse para la fecha siguiente, repasando y controlando motor y chasis para poder volver a ser de la partida y disfrutar de otro fin de semana junto a quienes comparten su amor por el automovilismo y por la TC Libre.
"Mientras tenga ganas de correr y de preparar el auto voy a seguir siendo parte de la categoría, haciendo todo como siempre y contando con la ayuda de compañeros y amigos que me dan una mano para la atención en pista, pero en el taller me hago todo, motor, chasis, armado, alineación, cargar todo, porque se hace con pasión y con los pocos medios disponibles que tengo y para lo que me alcanza. Soy agradecido con quienes me dan una mano en el circuito y con la categoría por como me trata, por eso ya se empieza a trabajar para la que viene y con las mismas ganas de siempre" sostuvo Dopico, un claro ejemplo de pasión, de amor por los fierros y de respeto por la categoría donde hoy le da rienda suelta a su elección de vida: El automovilismo.