El tercer compromiso de la temporada lo tuvo a Fernando Rojas designado a la conducción del Fiat 600 que atiende el LW Racing. Sin embargo la suerte no lo acompañó y la rotura de dos motores a lo largo del fin de semana hizo que no pueda ser de la partida ni en la serie ni en la final. Ahora el binomio trabaja en una nueva unidad de potencia a contrarreloj con la idea de decir presente en la próxima cita.
“Era un auto que estuvo parado muchos años y se armó un motor relativamente competitivo para el debut, el año pasado, pero sabiendo que nos faltaba tanto a mi como al auto. En el verano trabajamos mucho para actualizarlo lo más que se pudo y se mejoró mucho en el chasis. Ahora decidimos trabajar en un motor nuevo para ver si logramos llegar a la próxima.” Declaró Tomás que aún no confirma su presencia en la próxima fecha pero sí aclaró que será él quien se suba la próxima vez al auto.