El 2019 fue la primera vez de Cristian López y Pablo Báez en la TC 1600 de ALMA. Un binomio que logró una rápida adaptación, mejorando con el pasar de las vueltas, lo que le permitió cerrar la temporada pasada en la décima posición en el campeonato. 

Para Báez fue el debut absoluto en el automovilismo mientras que López ya había corrido en la Clase 2 de ALMA hace unos años atrás. Ambos pilotos se juntaron y encararon un lindo proyecto en la TC 1600 cerrando de buena manera el año deportivo y en 2020 tenían en mente iniciar un nuevo campeonato con renovadas expectativas y varios cambios en el Fiat 600. 

El auto contará con nuevos colores y con reformas en el chasis que le permitirá a la dupla de Los Cardales seguir mejorando mientras que en el motor también pegaron un salto pero la intención es seguir trabajando para alcanzar la potencia necesaria para estar metidos de lleno en la discusión casa fin de semana de carrera. En la previa de la reactivación del automovilismo están tratando de alcanzar la herramienta necesaria para estar entre los cinco de adelante. 

“El auto se desarmó completó le mejoramos algunas cosas en el tren delantero cosas que se tendrían que haber hecho y no se hicieron. En el motor hemos trabajado. Fuimos al banco de Daniel Tusa y la idea es banquear una vez más para ver cómo estamos parados con el potencial. Mejoramos un poco. Hicimos unas reformas para alinearlo como nosotros queremos”, comentó Cristian López quien además está trabajando en un Fiat Uno nuevo  para correr en la Clase 3 junto a Fabián Lomonaco. 

“El Fiat 600 está listo para largar. Sólo le falta pegar algunas publicidades y listo. Este año el objetivo es conseguir un solo dígito a fin de campeonato. Veremos si lo podemos bajar siempre y cuando se reactive el automovilismo”, contó Pablo Báez quien irá por su segunda experiencia en la TC 1600 de ALMA.